Tu presencia ampara mis sueños.
Así alienta mi vida.
Supera todas mis penas,
y cautiva mis sentidos.
Mi camino sí describe tu paso.
Y mis huellas sí trazan tu caminar.
Sí, somos complementarios.
Sin excepciones.
Tu bien incluye mis males.
Y mi bien también incluye tus males.
Y si parto, prefiero así vivas.
Con mucho amor, bondad y justicia.
Tus ojos son esperanza.
Tu vida trasciende la mía.